Capítulo 2: ''Lo inesperado'' (Helen)

Pasaron meses desde aquel día. Cada noche antes de ir a dormir se oía un llanto…De desesperación, tristeza, rabia, soledad… ¿Acaso jamás volvería? Yo pensé que mi padre había hecho una tontería al irse pero nosotras le hubiésemos perdonado…A lo mejor no se podía perdonar a sí mismo y estuviese arrepentido.
Quizá estuviese dolido y se hubiese dado cuenta de que tenía que volver, pero su orgullo no se lo permitía. No debería sacar sospechas precipitadas, pero los acontecimientos siguientes nadie los vio venir.

Mi madre debía mantener una casa muy grande con muchos gastos y su trabajo no daba para mucho. Ella se dejaba la piel e intentaba que se subiesen el sueldo pero fue en vano. Yo le ayudaba en todo lo que podía y mantenía mis estudios. Hasta que un día algo cambió.

-Querida, ¿Puedes venir? Debo contarte algo-dijo mi madre ordenando sus papeles.

- ¿Ha ocurrido algo?-le pregunté intrigada.

-Verás no sé como decírtelo-comenzó.- No te va a hacer ninguna gracia.

-Por favor dímelo sea lo que sea-le interrumpí. Empecé a asustarme. Ese tono de voz solo lo empleaba para contarme cosas desagradables y venía venir que esta podía serlo.

-Vamos dilo todo de golpe-le apremié.

-Nos mudamos.

-¡¿QUE?!-dije exagerando la expresión de mi cara.

-Lo siento. Te dije que no te iba a gustar. Te lo explicaré. No puedo mantener esta casa mi sueldo no puede. Así que nos trasladaremos. Me costará un poco más que este piso pero luego será muy barato. Todo será mejor para las dos.-dijo acariciándome el pelo con suavidad.

-Pero, yo no quiero marcharme de aquí. Es mi hogar, mi cobijo y…

-Por favor no me discutas.-me cortó mi madre.-Para mí también es difícil, o ¿no lo has pensado? Yo también tengo que dejar a gente querida aquí, y tú a tus amigos ¿no?

-Mamá soy un desastre. Aquí no tengo amigos y tú eres la que más caso me hace de todo el mundo. No tendré que dejar a nadie aquí, no creo que nadie me eche de menos pero yo si echare de menos a los demás tanto como a mi casa. Siento no habértelo dicho antes. Me sentía sola. Pero aún así no pienso irme, no quiero ni pensarlo.

-Haz lo que quieras-dijo mi madre molesta por mi confesión.-Me lo podrías haber dicho. Sea como sea, no iremos de aquí la semana que viene. No irás al instituto en este tiempo ya que me ayudarás a empaquetar las cosas. Yo le comunicaré a la directora que te marchas y lo planificaremos todo.

-Y, ¿A qué ciudad nos vamos?-pregunte con un hilo de voz.

-A Beverly hills en los Ángeles. Ya sé que está lejos pero ahí es donde me han ofrecido una oportunidad de trabajo inmejorable. No la habría encontrado en ningún sitio. Y ahora a tu cuarto sin rechistar.

-Así que ya lo tenias preparado todo desde el principio-dije sin poder evitar que las lágrimas resbalaran por mis mejillas.-Podías haberme consultado a mi también. Es mi vida.

-Vamos podrás hacer nuevas amistades y empezar de nuevo. Te estoy dando una oportunidad ¿no te das cuenta?-gritó mi madre empezando a perder la paciencia.

Yo me di la vuelta y fui corriendo hacia mi habitación. Di un portazo y me tumbé a la cama a llorar. No podía irme, quería quedarme. Debía intentar hacer amistades aquí y arreglarlo todo en mi instituto, no empezar en otra ciudad demasiado lejos de esta. El primer día en mi nuevo instituto sería horroroso. Sería el centro de todas las miradas por ser la nueva y luego no me hablarían, harían comentarios a mis espaldas o lanzarían rumores sin sentido como en este instituto. Como siempre, mi sexto sentido que es el de la amargura, tristeza, soledad y muchísimas cosas más quiso entrar en acción. Cuando me sentía así tenía ganas de salir al balcón y gritar al mundo que le odio. Todo esto es injusto yo no quería que pasase. Pero sin embargo está pasando y seguro que pasarían muchas más cosas tristes, o si tengo suerte, algunas más alegres. Llegué incluso a pensar en mi padre, si estaba bien, si estaría pensando en nosotras…Centrada en mis pensamientos y estrujando con mucha más fuerza mi cara contra la almohada, pensando en que volvería a quedarme sola, la tristeza se implantó dentro de mí y a partir de ahora nunca saldría de mi profundo y lejano interior...



*¡Buaaah! Ahora estaréis diciendo...¡Por fin ha acabado! que alivio . Este capítulo lo he hecho más corto, me gustaría que me comentáseis, más que nada para saber vuestra opinión, si os gusta la novela, si queréis que cambie alguna cosa...Sea lo que sea comentar, un alegría más para mí=p. Espero que os haya gustadoo! gracias a todos por los ánimos que me estáis dando! y por los comentarios jajaja...